Un ejército para el amor y no la guerra

‘Army of Love’ propone reclutar voluntarios dispuestos a “dar y recibir amor” en todos sus sentidos

04/03/2017 – Marta Santacreu Olaya (@msantacreeu)
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La presentación de ‘Army of Love’ se emmarca dentro de la exposición ‘1.000 m2 de deseo‘, abierta al público hasta el 19 de marzo en el CCCB. CC: Edgar Sapiña

Una alfombra cubre el centro del vestíbulo principal del CCCB y un cartel en la entrada (“Workshop-performance de participación voluntaria y contenido sensual”) nos va abriendo boca. Múltiples sillas y posibles futuros reclutas de un Ejército del Amor van llenando el espacio. En el centro, reposando en el suelo, los responsables de este reclutamiento y dinamizadores del proyecto ‘Army of Love’. Y es que precisamente, con este lenguaje tan militar, es como se va configurando el proyecto -aún en formación- de este conjunto de activistas ‘del amor’ que se presentó el pasado 22 de febrero en Barcelona.

Pero, lejos de parecerse a un ejército convencional, en este caso su objetivo principal es hacer el amor y no la guerra. “Para conseguir una justicia completa debe existir una sociedad justa en amor y afectos, donde todos los cuerpos puedan ser deseables y deseantes, y donde todo el mundo pueda sentirse querido”. Un amor entendido en todas sus facetas: fraternal, romántico, sensual, genital… Así explica la artista Dora García la idea principal de este particular ejército, acompañada del escritor Ingo Niermann -novela del cual, Complete Love, nace este proyecto- y de los performancers Michelangelo Miccolis y Krõõt Juurak.

A la práctica, la idea es que las personas que por razones de juventud, belleza, posición social… tengan un “exceso de amor o atracción”, en un acto de generosidad y falta de egoísmo, lo compartan con aquellas que van faltadas, ya sea por motivos de edad, diversidad funcional, enfermedad… Siempre teniendo en cuenta que estos dos papeles son intercambiables. “Hay una mutación constante entre los que dan y los que reciben. Los que son muy atractivos llegará un momento en que no lo serán,  y viceversa”, apunta García.

Pero, “¿por qué la necesidad de este lenguaje militar?” se pregunta una de las asistentes un tanto escéptica. ‘Army of Love’ contempla la necesidad de reclutar unos ‘guerreros’ que sean capaces de jugar ambos papeles (dar y recibir) sin que ello implique una personalización de los afectos. “Dar amor aquí no es la idea hippie de ‘amor para todos’, sino que conlleva una gran responsabilidad”, apuntan. Es por ello que, cuando un ‘soldado’ no pueda continuar dando este amor, pueda ser substituido por otro. Además, formar parte de este colectivo implica poder dar cariño a una persona que, en otras circunstancias, no se le daría porque no atrae de manera natural.

A medida que pasa el tiempo, surgen dudas y algunos asistentes se largan. Puede parecer que sea un ritual de iniciación a una secta pero García lo desmiente rápidamente: “Army of Love no es una secta, cada uno decide cuánto quiere implicarse”. Aunque también advierte que supone romper con la idea tradicional de amor romántico. “Las sociedades pagan un alto precio por entender el amor como Romeo y Julieta”, continúa. De ahí la idea de entender el amor no como algo privado sino como un bien común a disposición de todo el mundo. Una verdadera “democratización del amor”.

Si bien es cierto que el aviso de la entrada generaba ciertas expectativas, al final de la presentación la realidad no las alcanza. Sólo unos pocos de los asistentes acceden a participar con los ejercicios de ‘entrenamiento’ de este ejército. Primero, una rutina de relajación. Después, se trata de conectar mentalmente con los demás cuerpos sin la necesidad de tocarse y, finalmente, se rompe esta tensión a través de masajes y de abrazos. Estamos delante de los que serán, quizás, los primeros ‘guerreros’ del amor.

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Unos cuantos voluntarios del público participan en una prueba de ‘entrenamiento’ junto con Michelangelo Miccolis y Kroot Juurak. CC: Edgar Sapiña

 

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